Perspectiva
Los desperdicios desechados por las baterías ya descartadas, poseen ácido sulfúrico un compuesto químico altamente corrosivo que de ser vertido en algún lugar sin tratamiento ocasionaría daños al subsuelo y contaminación de las aguas subterráneas.
La regulación de dicha clase de desperdicios, se encuentra establecida en el Reglamento para la Gestión de Sustancias y Desechos Químicos y Peligrosos en la República Dominicana. En el se indican las responsabilidades legales y los requisitos técnicos esenciales, así como, los procedimientos administrativos, relativos a todas las etapas de la gestión de los desechos y sustancias químicas que presente alguna propiedad, características o condición peligrosa en la República Dominicana, para garantizar la seguridad y protección de la salud humana y el ambiente.
Algunas empresas que están certificadas con la norma ISO 14001, y sus departamentos medioambientales se han comprometido a almacenar las baterías descartadas, con sus ácidos, para su correcta disposición.
Noticia
Limpian baterías desechadas para evitar la contaminación
LA META INCLUYE SUPLIR DE MATERIALES A FÁBRICAS NACIONALES DEL RAMO
Fuente: http://listin.com.do/la-republica/2010/12/6/169136/Limpian-baterias-desechadas-para-evitar-la-contaminacion Autor:
En el país se descartan, cada mes, entre 150 mil y 200 mil baterías. Una buena cantidad de esos desperdicios se exporta en seco. ¿Qué sucede con los ácidos sulfúricos que éstas contienen? Ese compuesto químico altamente corrosivo, ¿se vierte en algún lugar sin tratamiento, ocasionando daños al subsuelo y contaminando las aguas subterráneas?
Mediante una tecnología desarrollada en Estados Unidos, llamada Green Slag Escoria, y que fue adquirida en el país por Industria Meteoro, fabricante de baterías, esta empresa pretende enfrentar la contaminación ambiental que generan esos desperdicios, al tiempo de convertirse en exportadora de plomo y otros subproductos obtenidos de las baterías desechadas. Para ello creó la división Verde Eco Reciclaje Industrial (VERI).José Antonio Rodríguez, presidente de Industria Meteoro, explica que adquirieron esa tecnología verde con carácter de exclusividad por los próximos 30 años, a la empresa dueña de la patente, Lead Metal Technologies (www.leadmetaltech.com), una autoridad a nivel mundial en transferencia de tecnología de reciclaje de baterías plomo-ácido. “De cada batería descartada nosotros vamos a obtener plomo puro, aleaciones de plomo, ácido sulfúrico, yeso blanco para la construcción, polipropileno, oxido de plomo y, finalmente, escorias verdes”, expone. La meta es convertirse en exportadores de plomo y sus aleaciones, y suplir esas materias primas a las fábricas de baterías locales.
Recuerda que el país es signatario del Convenio de Basilea, que prohíbe el movimiento transfronterizo (exportación) de las baterías plomo-ácido que han sido descartadas, cuando un país cuenta con tecnología verde para su reciclaje. “Cuando iniciemos las operaciones, en enero próximo, las autoridades de Medio Ambiente y de la Dirección General de Aduanas, que deben hacer cumplir esta ley, están abocadas a prohibir la exportación de baterías. Eso es lo que dice el tratado internacional, y violarlo tendría consecuencias”, advierte.
Producción limpia
La nueva planta se encuentra en proceso de prueba. Está localizada en la Zona Industrial de Haina en un área de 38 mil metros cuadrados. Su capacidad es para procesar 300 mil baterías.
Tecnología verde
Está conformada por almacén de acopio, triturador, planta de tratamiento de ácidos, horno, pailas, colector de micropartículas, equipo de óxidos de plomo y bunker para almacenar las fórmulas que se utilizan en el procedimiento.
El mecanismo evita emisiones contaminantes. El colector de micropartículas controla los gases, la planta de tratamiento de ácidos, los líquidos, y el horno y las pailas, los sólidos, explica. La estrategia mediante la cual se abastecerán de las baterías desechadas será a través de los distribuidores de Meteoro, de los departamentos medioambientales de las grandes empresas locales y de los chatarreros.
Rodríguez indica que la empresa tiene más de mil puntos de distribución, a nivel nacional, donde se les hará un descuento especial en las baterías nuevas adquiridas si dejan las descartadas.
Dijo, también, que en algunas empresas que están certificadas con la norma ISO 14:001, sus respectivos departamentos medioambientales se han comprometido a almacenar las baterías descartadas, con sus ácidos, de donde las retirarán para ubicarlas en su almacén de baterías plomo ñ acido inservibles con capacidad para acopiar 120 mil baterías, que construyeron con los planos de Lead Metal Technologies, según los lineamientos del Convenio de Basilea. El siguiente paso es un triturador automático, de acero inoxidable, que separa los materiales. “Por un lado sale el plástico peletizado, por otro la pasta de metal o el plomo y por otro los ácidos, que van a nuestra planta de tratamiento de ácidos, que tiene una capacidad para un millón de galones mes. Al procesar los ácidos obtenemos yeso blanco”, refiere.
Fundir el metal
El proceso continúa con el horno, completamente hermético y con capacidad para cinco metros cúbicos (50 toneladas), donde funden el metal. Del horno es bombeado a cinco pailas hasta obtener plomo puro y aleaciones de plomo. También fabricarán óxidos de plomo.
“El plomo puro es un commodity, que se comercializa en la bolsa de valores de metales, mientras que las aleaciones de plomo se usan para la fabricación de baterías. El metal de plomo se va a comercializar en lingotes de 60 libras y en pastillas de una a dos toneladas; el oxido de plomo, en sacos de 110 libras; el plástico, en pelets, el yeso blanco y las escorias verdes se comercializarán para la construcción. Vamos a convertir a nuestro país en exportador de esas materias primas, con la consecuente generación de divisas y de empleos especializados”, explica el presidente de Industria Meteoro.
TRATADO INTERNACIONAL
El Convenio de Basilea, sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, es el tratado mundial de medio ambiente que se ocupa más exhaustivamente de los desechos peligrosos y otros desechos. La Conferencia de las Partes es el órgano principal del Convenio y está compuesta por 170 países que se reúnen como mínimo una vez cada dos años para tomar decisiones por consenso.
En esta conferencia participan ministerios, viceministros, embajadores y organizaciones no gubernamentales de los estados miembros.
Uno de los objetivos del Convenio es promover prácticas sostenibles de gestión ambiental, que permitan minimizar la producción de residuos tóxicos, lo que implica un estricto control de la generación de estos desechos para su almacenamiento, transporte, tratamiento, reutilización, reciclado, recuperación y disposición final. Muchas empresas en el mundo han demostrado que a través de buenos hábitos es posible disminuir ostensiblemente la producción de residuos peligrosos de una manera económica y eficiente.